Nicaragua: Juan Benito Álvarez Ruiz comenzó a interesarse por el cacao hace 30 años, cuando nadie daba un centavo por el cultivo.
“Hombre, mejor sembrá pasto. El ganado es lo que deja reales (dinero)”, le decían sus vecinos que botaron los árboles que quedaban para dedicarse a la ganadería extensiva en esas montañas de Siuna.
Las perspectivas en realidad eran desesperanzadoras. Su finca en la comunidad de San José, El Hormiguero, era puros rastrojos. Y cuando comenzó a cosechar, vendía apenas 15 libras de cacao en baba. Pero Juan Benito Álvarez no desistió y pronto vería los cambios.
“Yo decía ustedes con su ganado y yo con mis plantaciones. Y ahí andaban botando árboles”, recuerda el productor de esos tiempos cuando querían convencerlo de que se dedicara la ganadería. “Ahora ya no botan árboles, ¡porque ya no hay! Ni montaña. Y vienen acá que les venda árboles para reglones. Ellos terminaron con eso y ahora compran la mata de madera”.
Juan Benito Álvarez no sabía entonces que los pobres rendimientos de los cacaotales en su finca Buenos Aires se resumían en dos palabras: “mal manejo”. Dejaba crecer y crecer los árboles de cacao porque “no les quería cortar ni una rama” e iban echando “pisos y pisos”. Álvarez creía que entre más grande fuera el árbol más frutos daría.
Con la llegada de PROCACAO la perspectiva cambió. “Antes no sabía de injertación, ni manejo de plantas, a través de la cooperativa que es la ejecutora del proyecto PROCACAO nos llega el conocimiento con los técnicos que son pagados por ambos”, explica.
Siuna es un municipio de la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte en la República de Nicaragua, a 318 Kilómetros de la capital. Ahí se ejecuta un innovador modelo de desarrollo que ha permitido producir un cacao fino y de aroma con impactos ambientales, económicos y sociales en familias de pequeños productores gracias a una relación ganar-ganar con su cooperativa COPESIUNA y el apoyo del Proyecto “Mejoramiento de las capacidades productivas y organizativas de los productores y productoras de cacao en el Triángulo Minero” (PROCACAO).
Ya no teme cortar ramas. “Con el proyecto he adquirido conocimiento de descope”, dice sobre esta práctica que consiste en la poda fuerte al árbol de cacao. Aproximadamente el 70 por ciento de la copa se elimina para estimular la formación de nuevos brotes, y los vuelve más productivos.
Actualmente Juan Benito Álvarez tiene cinco manzanas de cacao: tres son productivas, una en desarrollo (crecimiento) y una que no le produce, la cual está injertando y realizando descope.
Su vida cambió para él y su familia. De las 15 libras de cacao en baba que antes vendía quincenalmente, ahora vende 104 a la cooperativa COPESIUNA, de la cual además es miembro del Consejo de Administración.
Desde hace un año empezó a usar injertos en su parcela. Ahora dice que no quiere ver plantas que no produzcan. “Si tienen muchas plantas haraganas no están haciendo nada como productores”, señala.
Relata que él mismo se convenció del cambio cuando en un surco de 11 árboles híbridos (de semilla) contó 35 mazorcas de cacao y un solo árbol injertado tenía 35 mazorcas. Ahora su idea es meterles injertos desde que están pequeñas. Espera que las plantas injertadas sean productivas en dos años y obtendrá el doble de los que están produciendo actualmente.
Señala que Ritter SPORT, empresa a la que le entrega la producción la cooperativa, le introdujo siete clones que son bien productivos, los valora y está echando a andar para adelante. Agrega que ya no quiere plantas por semilla porque el volumen de cosecha no es igual y ahora quiere plantas con calidad.
Tiene además un vivero de plantas forestales para las áreas donde requiere. Acá tiene mucha caoba, cedro real, laurel, mango, aguacate, naranja, y plantas temporales.
El productor agradece las capacitaciones y asistencia técnica brindada por el proyecto a través de la cooperativa. Recuerda, además los intercambios de experiencia promovidos por Ritter Sport en Perú, República Dominicana y otros, lo que fortaleció sus conocimientos viendo la experiencia de otros productores en injertos. Acá se está trabajando en aroma y sabor.
Orgulloso Juan Benito Álvarez indica que ahora su finca es punto de intercambio de productores de diferentes municipios del país. “Como decía Santo Tomás, ver para creer”, señala. “Se convencieron al ver mi experiencia y resultado de la injertación con todas las plantas cargaditas de frutos. Eso queríamos nosotros, convencer a la gente no solo con palabras sino con realidad”.
Durante la entrevista, una hija del productor está cortando varetas (ramas de cacao) para para injertar y en dos horas, dice, se ganó 200 córdobas (unos seis dólares aproximadamente). Su yerno trabaja igualmente vendiendo sus servicios en injertación. Toda la familia está incorporada en la actividad de cacao. “Es una bendición en la familia”, dice Álvarez.
La familia prospera. Uno de los hijos de Juan Benito Álvarez estudia medicina y otros 4 son bachilleres. “De aquí sale todo. No me fui a ganar la plata en otro lado”, dice señalando sus plantas de cacao. “Si no tuviera eso debería estar en Matagalpa trabajando (como peón) en una hacienda. Yo pensé en eso para que ellos tuvieran una mejor calidad de vida”.
Al igual que Juan Benito Álvarez unas 1250 familias productoras de cacao están siendo apoyadas por el Proyecto “Mejoramiento de las capacidades productivas y organizativas de los productores y productoras de cacao en el Triángulo Minero”, PROCACAO Fase II.
PROCACAO es implementado por la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), con el apoyo financiero de la Cooperación Suiza para el Desarrollo (COSUDE) y se está enfocado en apoyar a los productores, las empresas y organizaciones de productores de cacao en la Región Autónoma Costa Caribe Norte RACCN, con el fin de aumentar su productividad y competitividad, protegiendo el medio ambiente.
PROCACAO es miembro del Comité del Cacao de Centroamérica y República Dominicana (SICACAO) y está contribuyendo con la implementación de la Estrategia Regional de cacao, cuyo objetivo es fomentar el desarrollo competitivo y sostenible en los ámbitos económico, social, cultural y ambiental del subsector cacaotero en la región de países del SICA.
Redacción:
Judit Vanegas, judithvanegas@rikolto.org
Más información:
Ernesto Bendaña, coordinador del Proyecto PROCACAO, E.BENDANA@unido.org