Xocolatísimo es una fábrica de chocolate Bean To Bar, que alude a la forma artesanal pero refinada de hacer chocolate en barras. Es un producto que deleita los sentidos. Del árbol a la barra indican muchos.
Hablar de calidad, chocolate social y ecológicamente responsable, resume la esencia de la chocolatería fina Xocolatísimo, de El Salvador.
Esta empresa se ha posicionado como la mejor chocolatería fina de El Salvador y es un orgullo y ejemplo centroamericano. Elaboran más de 35 variedades de bombones de chocolate de forma tradicional al estilo europeo. Entre sus productos están el chocolate oscuro con altos porcentajes de cacao, con leche, chocolate blanco, bombonería, pasteles y galleta, entre otros. Todo con cacao y productos 100 por ciento salvadoreños. Tiene clientes en el país y exporta a Estados Unidos y Europa.
Xocolatísimo ha ganado más de 45 premios internacionales en Estados Unidos y Francia por la calidad de su chocolate, en el Internacional Chocolate Awards. “Los premios los hemos obtenido en los últimos cinco años. En la última competencia (2021) fue difícil, había chocolates de todo el mundo, y ganamos ocho medallas, seis de oro, una de bronce y una de empaque”, dice muy sonriente y satisfecho Víctor Avelar, socio y cofundador de la empresa.
Detrás del éxito de Xocolatísimo está la pasión y el trabajo de los socios y cofundadores, Yanelis Brito, Celine Janin Avelar y su esposo Víctor Avelar. La empresa tiene diez años de existencia y, desde febrero del 2015, siete años, vendiendo formalmente chocolate.
Avelar narra que la idea de Xocolatísimo nació cuando en una visita a la familia de su esposa a Suiza, fueron a una pequeña tienda de chocolate en su ciudad natal de Lausana. “Me sorprendió su técnica y los sabores de sus trufas. De ahí surgió la idea de combinar la técnica europea para trabajar con el chocolate, con la tradición de cultivo del cacao salvadoreño. En el proceso de nuestra capacitación para convertir el cacao salvadoreño excepcional en chocolate excepcional, conocimos a Yanelis, nuestra asociada y con ella llevamos 20 años trabajando como maestra fabricante de chocolate “, agrega.
Abrimos nuestra tienda en febrero de 2015 con la idea de hacer chocolates de calidad europea exclusivamente con cacao salvadoreño dice Celine Janin Avelar, socia de Xocolatísimo.
El cacao y los productos con los que los combinan son 100 por ciento salvadoreños. Por ejemplo, el marañón es orgánico y producido por una cooperativa de mujeres, dice Avelar.
Responsabilidad social, ambiental y económica
Xocolatísimo además se destaca por establecer relaciones sociales y ecológicamente responsables con pequeños y medianos productores, asegurando que cuiden rigurosamente sus procesos para producir uno de los mejores chocolates artesanales del mundo.
En el chocolate Bean To Bar no sólo es importante que sea un buen cacao, sino que, además, los procesos de recolección, fermentación y secado que se llevan a cabo tienen que ser controlados y realizados de manera correcta. Se tiene en cuenta la trazabilidad y el mayor número de datos sobre fermentación y otros aspectos, para que el chocolate tenga sabores superiores.
Xocolatísimo va a la finca y traslada la información de lo que requiere con el cacao, y han educado al productor sobre los requisitos que debe tener la materia prima. Ellos han creado una cadena de valor con socios estratégicos, donde intercambian conocimiento.
Además, los productores que le suplen de cacao son apoyados por el Proyecto Alianza Cacao, en el manejo del cacao y tienen equipo técnico especializado en postcosecha que acompaña al productor en su centro de fermentación y secado.
Alianza Cacao es miembro del Comité del Cacao de Centroamérica y República Dominicana (SICACAO) y está contribuyendo con el lineamiento de la Estrategia Regional de cacao, que apuesta por mejorar el acceso y posicionamiento de los productos intermedios y terminados para el consumidor final.
Para el proyecto Alianza Cacao, la empresa Xocolatísimo es un aliado estratégico. Ha recibido capacitación, fortalecimiento de imagen comercial, asesoría empresarial, equipos, un Plan de Negocio, mercadeo digital, y funciona como un efecto en cascada ya que es un motor que dinamiza la cadena de valor del cacao nacional y genera sostenibilidad, dice Camila Sandoval, coordinadora de Agronegocios de Alianza Cacao.
Xocolatísimo actualmente compra a productores entre 12 a 15 quintales mensuales. Paga el quintal de cacao al triple del precio de bolsa, otorga U$250 y el precio bolsa es U$80, sin intermediario y van directo al productor, dice Avelar.
La empresa ya no ve a los “empresarios agrícolas” como proveedores sino como parte de la empresa. El prestigio que ellos tienen se lo trasladan a los productores, ya que al venderles a Xocolatísimo están seguro que cualquier otro cliente está comprando calidad, dice Sandoval.
Xocolatísimo es el referente del control de calidad que asegura la sostenibilidad comercial, los productores entraron en el rol de entregar una calidad establecida y esta relación va ser sostenible, agrega Sandoval.
Adicionalmente a comercializar en El Salvador, Xocolatísimo de forma permanente envía chocolate, no con su marca, para que otros procesadores lo fundan y hagan sus tabletas y bombones en Nueva York, España y República Checa.
Sin lugar a duda Xocolatísimo seguirá cosechando más premios internacionales, al combinar la historia con el cacao salvadoreño y la experiencia de las técnicas tradicionales europeas, para llevar a cabo todo el proceso hasta que termina en un chocolate fino. Exquisito.
Redacción: Judit Vanegas, judithvanegas@rikolto.org
Mayor información:
Jairo Andrade, director Alianza Cacao El Salvador, jairo.andrade@crs.org